¿A qué temes?
¿A quién temes?
¿Por qué temes?
Pocas veces podemos detectar con claridad ese
estado que nos paraliza, desborda y bloquea nuestro presente.
A veces, imperceptible e irreconocible,
por habitar en el subconsciente, como imágenes lejanas que irrumpen una
secuencia.
Es normal tener miedo, es una emoción que muchas
veces tiende a ser un balance de nuestras realidades. Lo que no es aceptable es
cuando nos supera y desborda.
Hay que diferenciar si estamos siendo contenidos o
atrapados en él. Hay factores determinantes en cada uno de estos parámetros, que podemos superar paso a paso, primero evaluando nuestro sentir, hasta
qué extremo frena o bloquea cada una de las reacciones cotidianas con las que
nos desenvolvemos.
- Un exceso de pensamiento: puede ser una causal de
límites, de allí parte el desasosiego que impide una acción espontánea y libre.
Temer no es negativo, sino más bien, aquel pequeño
sensor que nos avisa o alerta el grado que nos lleva al desenvolvimiento
sano, racional y emocional.
Por lo tanto, hay diferentes grados en los miedos:
temores, pánicos, fobias, que con un buen y acertado tratamiento, se pueden
mantener en equilibrio.
Es importante saber que hay tendencias heredadas y
otras adquiridas en los procesos de evolución personal e individual. Por ello,
al descubrir su raíz, este miedo se atenúa, dejando brotar la esencia del ser,
lo divino desde lo humano.
@Ki Vit Artem
Rosa Torres Urra/Chile.